
BOTERO
“Este es mi cuerpo de sueño, el que uso para pasear en mis sueños. En este sueño estoy en una cama de hospital. Y es como una escena de una película que ya viste un millón de veces seguidas. El médico sostiene un pequeño bulto azul. Y se inclina sobre la cama y me pasa el bulto. Es un nene, dice. ¿No es hermoso? Mira. Y envuelto en ese bulto, veo la carita de mi perro, un pequeño bulldog llamada Botero. Y nadie dice nada… ‘Mirá, eso no es un bebé humano. Sólo pariste un perro’. Pero yo estoy tan feliz. Apoyo mi cabeza sobre su frente y lo miro a los ojos. Y es casi un momento perfecto, aunque la alegría se mezcla con un montón de culpa”. (Fragmento adaptado de "Corazón de Perro" de Laurie Anderson).
La primera vez que vi a Botero fue en una historia de WhatsApp, desde ese instante me enamoré de su hermosa carita, lo estaban dando en adopción, y sin pensarlo dos veces hable con Camila quien es la madrina de mi bebé, la que lo rescato del abandono de quien para ese entonces era su dueña. Al otro día este gordito ya estaba conmigo, en nuestra casa, desde que vive con nosotros dos veces nos han dicho que ha estado a punto de morir como efecto colateral del descuido en el que vivía, además de que debido a su raza es propenso a padecer diversas enfermedades, con todo esto, estos 27 kilitos de amor me han mostrado otra forma de ver y vivir en el mundo.

PERROS EN CAPA
Tuvimos la oportunidad de ir al Centro de Atención y Protección Animal CAPA para realizar una sesión fotográfica en horas de la mañana, contamos con el apoyo de los veterinarios que realizan su práctica profesional en este lugar y con el aval del veterinario encargado, durante toda la mañana hubo un desfile de perros muy distintos cada uno de ellos, algunos muy juguetones, otros estaban tímidos (tal vez tenían miedo), jóvenes, ancianos, hembras , machos y hacía el final una camada de gatos, los pasantes nos contaron algunas historias del porque estaban allí estos peludos. No deja de causar tristeza y frustración el hecho de que alguien pueda hacerle daño a un ser tan noble como lo es un perro, y debo confesar que durante toda la sesión no podía no pensar en mi can-hijo, es cierto que en este lugar los protegen por un determinado tiempo, pero creo que alguien debería hacerse cargo de cada uno de ellos. Botero cambio mi vida para siempre y cada día confirmo la siguiente frase:
"Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida." Anatole France.